INTRODUCCIÓN
El Acueducto de Segovia es una de las estructuras más emblemáticas y mejor conservadas de la ingeniería romana en España. Su majestuosidad y su capacidad para resistir el paso del tiempo han convertido a este monumento en un símbolo de la ciudad de Segovia y en un testimonio vivo del legado romano en la península ibérica.
Construido durante el siglo I d.C., el acueducto fue una obra de ingeniería extraordinaria que permitió llevar agua desde la Sierra de Guadarrama hasta la ciudad de Segovia, cubriendo una distancia de más de 15 kilómetros. Su estructura está compuesta principalmente por bloques de granito dispuestos en forma de arcos, algunos de ellos alcanzando alturas impresionantes de hasta 28 metros.
El acueducto consta de dos niveles de arcos, siendo el nivel superior el más conocido y el que ha perdurado a lo largo de los siglos en gran parte de su esplendor original. La precisión en la colocación de las piedras y la ausencia de argamasa o cualquier otro tipo de material de unión son testimonio del ingenio y la habilidad de los constructores romanos.
Además de su función primordial de suministrar agua a la ciudad, el Acueducto de Segovia ha sido un símbolo de la grandeza y el poderío de Roma, y sigue siendo una atracción turística imprescindible para visitantes de todo el mundo que quedan maravillados por su belleza y su imponente presencia en el paisaje urbano de Segovia.